¿Qué es un troll?, ¿por qué son tan famosos en las redes sociales y en los blogs?, ¿cómo se pueden combatir?, ¿cuál ha sido su evolución?… Todas estas preguntas y algunas más te habrás echo en alguna ocasión en relación a los famosos trolls o haters, esos usuarios que dedican a tocar las narices, y son capaces de generar auténticas crisis, tan sólo por el hecho de disfrutar con ello.
¿Cuáles son las características de un buen troll?
El troll es un animal sibilino, al que le gusta sacar sus cartas en los momentos más insospechados, en el momento en que no se le espera, allí está este animal para destripar con su fina ironía a su pobre víctima, que temerosa, trata de disculparse y huir por donde ha venido.
Para que un troll sea considerado como tal debe cumplir unos requisitos imprescindibles:
- Ataque inesperado: si al troll ya se le espera cuando se publica un comentario mordaz o poco ocurrente, el troll tiene el camino demasiado fácil, por eso, en esas circunstancias, decidirá no inmiscuirse al ser un escenario demasiado previsible.
- Fina ironía: el troll de pata negra debe estar atento a las redes sociales, y cuando ve una publicación que chirría o no le gusta, ese es el momento ideal para atacar a su presa con su prosa fina y vivaracha, sorprendiendo a su victima, y haciéndole que le saquen los colores.
- Persistencia: el ataque debe ser persistente, sólo en los casos que así lo requieran, en especial, existen ciertos especímenes que se jactan de su poder o de sus logros, ese individuo puede ser la presa perfecta para que el troll disfrute de una carnicería sin parangón, también llamada crisis en redes sociales.
- Discurso sólido: una de las cosas que más se les critican a los troll es el insulto y la descalificación persistente a la presa, el troll sagaz y audaz mide sus palabras, sus silencios, ataca con un mensaje conciso y fácilmente entendible, sin utilizar una prosa ininteligible.
- Informado: es importantísimo que el troll esté atento de todo lo que sucede en el bosque de los social media, en especial de Twitter y Facebook, porque sino sus ataques serán precoces y poco certeros, dejando que su presa escape tan campante.
¿Cómo combatir a un troll?
Es una gran pregunta, y difícil su respuesta, algunos te dirán que evitándole, otros que atacándole con sus mismas armas, otros que bloqueandole, …, de ahí la gran dificultad de darle caza por la gran variedad de trolls que existen en el ciberespacio patrio.
Podemos dividir a los trolls en tres grandes tipos:
1. Troll descalificador: como bien su nombre nos indica, se dedica a descalificar sin mucho sentido, ataca sin más, con argumentos pobres o sacados de los libros de un niño de primaria, por eso, es fácil en este caso, no contestar a este troll, ya que el mismo se cansará al observar que sus dentelladas no tienen la respuesta que él esperaba.
2. Troll en manada: es aquella especie que actúa siempre rodeado de una manada que le protege, de ahí la relevancia de su poder, bien porque les nombre para que aparezcan, bien porque estén guarnecidos bajo un hashtag de destrucción y sangre. Estos trolls son especialmente peligrosos al ser salvajes, retroalimentandose entre ellos, generando dolor en la víctima que está sufriendo este ataque.
3. Troll insurecto: es el troll que trata de buscar a su presa según otros criterios, un usuario que se dedica a esparcir suciedad de otros, otro que se dedica todo el rato a hablar de él, a contar falacias de otros y no permitir que se puedan defender… Este troll creo que es el que tiene más sentido en las redes sociales, ya que trata de impartir “justicia”, una ley que él cree que es la adecuada y que permite que la víctima pida perdón y enmiende sus errores o mentiras.
¿Cuál ha sido su evolución?
Los trolls siempre han existido, tanto en el plano offline como en el online, pero bien es cierto, que han ido adaptándose al medio para poder sobrevivir y crecer como especie. Han pasado del mundo offline, en que su ámbito de influencia era mucho más limitado, tanto en número de personas que les conocían y a las que podían influir, como el daño de su ataque y su reiteración. En el mundo online, los trolls campan a sus anchas, por eso, en el argot del marketing, se dice y se comenta, que lo mejor que puedes hacer ante un ataque de estos seres, es no hacer crecer la bola, atacando al troll con sus mismas armas, lo que se denomina “don’t feed the troll“.
¿Has sufrido en alguna ocasión el ataque de un troll?
¿Qué otras formas existen para combatir a un troll de forma adecuada?
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