El 25 de Mayo de 2018 entró en vigor el revolucionario GDPR o Reglamento General de Protección de Datos, que venía a ampliar los derechos que tienen los consumidores y usuarios con respecto al tratamiento de sus datos personales por parte de las administraciones públicas y las organizaciones empresariales, hoy después de unos meses de su aplicación quiero acercarme y reflexionar acerca de sus efectos, y conocer si ha conseguido su propósito primigenio.
¿Por qué se aprobó el GDPR o Reglamento General de Protección de Datos?
¿En qué términos ha quedado el GDPR?
Unos meses después de la introducción del GDPR, algunos puntos han quedado claros a la hora de instaurar el nuevo reglamento por parte de las empresas:
– pérdida de suscriptores de las bases de datos: algunas de las bases de datos con las que trabajan las empresas tienen muchos años, y lo que ello conlleva es la existencia de contactos duplicados, que presentan rebotes duros y blandos, o que simplemente soliciten la baja; estas bases de datos han sido las principales perjudicadas o beneficiadas del GDPR, según cómo se mire, perjudicadas por perder miles de contactos que recibían las comunicaciones de la organización, pero por otra parte beneficiosa al poder liberar de muchos contactos e emails inservibles que se mandaban periódicamente sin lograr el efecto o resultado deseado.
– derecho al olvido: gracias a la GDPR se garantiza este derecho fundamental con respecto al uso de los datos de los suscriptores a una base datos, es decir, que una vez que haya acabado la relación con el suscriptor o cliente, deben borrarse los datos ipso facto, garantizando que el suscriptor que así lo haya manifestado, no vuelva a recibir comunicaciones comerciales de la empresa, o que la empresa en cuestión venda los datos a terceros para hacer negocio con ello.
En conclusión, el panorama que ofrecía la nueva legislación parecía que iba a ayudar a mejorar la privacidad y la protección de datos de millones de europeos, pero tristemente el resultado no ha sido el esperado, muchas empresas siguen enviando emails a bases de datos de las que no tienen autorización explícita por parte de los registros, se siguen enviando emails para aceptar las condiciones de la GDPR, a pesar de llevar activa la ley varios meses, las sanciones por parte de la UE todavía son tibias si quieren lograr la protección de los intereses de los internautas, sobretodo el de la protección de las relaciones comerciales con el cliente, y que se acabe con el negocio de las bases de datos para hacer spam de forma indiscriminada.
¿Crees que la GDPR ha conseguido terminar con el correo basura?
Pues yo si he notado algunos cambios, Álvaro. Aunque muy lentamente, la verdad.
A esto se suma las empresas que van tarde, pero me parece normal que haya que ponerse serios con estos temas, al fin y al cabo, nos afectan a todos.
Gracias por el post.
¡Saludos! 😉
Me alegro que te haya interesado este artículo, ojalá las empresas se pongan en serio a proteger los datos personales de los internautas y por fin se logre lo que pretende la UE. Gracias por tu comentario y por la lectura. Un saludo