Es uno de los temas que más me preocupan en la actualidad, y no sólo a mí, sino también a millones de personas, la manipulación de la información que se produce actualmente. Este problema no sólo se centra al ámbito de las redes sociales, sino que los medios de comunicación tradicionales están implicados completamente en la fiesta de la desinformación y la privacidad del usuario.
Todos manipulamos de una forma u otra cuando hablamos, ya que estamos añadiendo nuestro sesgo subjetivo. Pero el problema surge cuando la información que consumimos a diario sufre estos sesgos objetivamente. Y tan sólo por un objetivo puramente lucrativo y demagógico.
Este problema se perpetua cuando pocos son los medios de comunicación que tratan de hacer una labor puramente informativa. Sobretodo sin sesgos ideológicos o puramente lucrativos. Estos sesgos los observamos diariamente en prensa, televisión, redes sociales…
Pero claro, aparte de la evidente manipulación que históricamente existía en la prensa y televisión, las redes sociales no han hecho más que acentuarlo.
Las redes sociales han democratizado la información. Pero también los bulos. Hasta un punto en que es difícil que volvamos a creer en la información de los medios como hacíamos hace años.
Es cada vez más normal entrar en una red social, como por ejemplo Twitter, y encontrarse con titulares cada vez más llamativos. No es nada nuevo que el clickbaiting se haya convertido en una mala praxis aceptada mayoritariamente por los medios de comunicación online. Todo por intentar ser el líder mensual de la consultora Comscore.
Creo que el sistema que se está utilizando no es el más adecuado. Lo explico brevemente para aquellos que no estén habituados a su forma de medir las audiencias.
Mide las audiencias de los medios de comunicación digitales de esta forma. Trabaja con paneles de los medios de comunicación, que se publican mensualmente, tanto para el mercado de la prensa digital, como para la prensa económica, entre otros.
Pero el principal problema es que contabiliza como usuario aquel que ha accedido a un medio concreto una vez ese mes. Es decir, si has entrado por error en el periódico ABC ese mes, serás contabilizado como usuario de dicho medio de comunicación, con independencia del tiempo que hayas estado en el citado medio o si has navegado por una única noticia o por decenas.
Esto es evidente que puede ser injusto, nos lleva a un sistema manipulable y poco representativo. Pero lo peor es que las inversiones publicitarias y de branded content se escogen entre otras razones, por esta medición claramente injusta.
Por esto y por otras razones surge el clickbaiting, y cada vez es más descarado.
Antes, las noticias podían ser relacionadas con preguntas que el medio de comunicación no contestaba directamente en el titular. Lo hacía si entrabas en la citada noticia. Pero hemos llegado al caso de exagerar las noticias hasta límites inimaginables, buscar el morbo, e incluso, inventarse noticias descaramente.
El clickbating es un problema grave, y existe principalmente por el sistema de medición injusto de audiencias digitales que tenemos. Si cambiara seguramente se reduciría en poco tiempo porque perdería parte de su efectividad.
La manipulación de la información se extiende prácticamente a cualquier ámbito, pero en el caso de internet, la desinformación reina a sus anchas. Son muchos los perfiles polémicos que se dedican a diario a publicar información que ellos consideran contrastada, pero en muchos casos, son noticias falsas y manipuladas.
Lo peor de todo es que la información que es falsa se viraliza de forma más rápida que la que es cierta. Por lo que aquí las redes sociales tienen mucho camino que recorrer.
Las redes sociales tienen mucho camino que recorrer en este sentido. Sobretodo porque son parte de este problema, pero también pueden solucionarlo.
Lo primero de todo es acabar con los perfiles fakes, que se dedican a insultar y a generar odio en su actividad en las redes.
Pero tampoco hay que olvidar los perfiles que se dedican a enviar peticiones de amistad, pero lo único que quieren es vender o crear grupos de Facebook para vender servicios sexuales, una práctica extendida en Facebook.
La verificación de los usuarios también puede ser una forma para confiar en un modelo más fiable. Si existieran más usuarios de redes sociales con perfiles verificados, se reducirían los perfiles que se hacen pasar por otras personas.
En el caso de Twitter, no debería perfiles que perfiles con miles de seguidores difundiran mensajes de odio o directamente con información sin verificar.
Llegamos al caso de Instagram, la posibilidad de que desaparecieran los likes parecía prometedora, sobretodo para que se democratizara la forma en que el algoritmo muestra la información. Pero tras meses y meses de espera, nos encontramos con que la posibilidad es opcional al usuario. Nuestras esperanzas tiradas a la piscina.
Twitch y TikTok tienen una labor fundamental en este proceso. Hay muchos adolescentes y jóvenes que las utilizan a diario, y si estas redes democratizan una información veraz, podrán dar la vuelta a la tortilla ante este panorama tan desalador.
Las noticias en primicia y en exclusiva también se han convertido en un campo de batalla de la desinformación.
Cómo ahora mismo casi cualquier persona puede informar, los medios de comunicación han entrado en un proceso de frenesí por informar los primeros. Pero el problema surge cuando la noticia es todavía un rumor o no está confirmada al 100%.
Entonces se produce la desinformación por lograr el titular antes que el máximo competidor, tan sólo por unas décimas de share.
Qué podemos decir la época informativa que hemos vivido, y seguimos viviendo.
Debido a una situación excepcional, como es la pandemia por el coronavirus, todos los medios de comunicación empezaron a comunicar de forma destacada acerca de la evolución de la pandemia. Pero esta sobreinformación nos ha llevado que todos los programas de tv, informativos y medios de comunicación digitales dedican excesiva atención a este suceso.
No estoy criticando que se informe acerca de la situación que estamos viviendo. Qué duda hay que debemos estar informados de la evolución de la pandemia. Pero el problema surge cuando las noticias se multiplican día tras día, y con rumores en algunas ocasiones, poco o nada creíbles.
Cuando saltan rumores en las redes sociales, y tras comprobar la aceptación de la noticia, se procede a legislar, es que algo no se está haciendo bien.
Muchos han sido los ejemplos en estos años: horas de salida de los domicilios, mascarillas, regularización del precio de test de antígenos, viajes entre comunidades, teletrabajo…
Creo que hay muchas formas de combatir la información falsa generalizada y la manipulación de la información tanto en internet como en los medios de comunicación tradicionales:
¿Qué otros ejemplos de manipulación informativa te has encontrado en los últimos años?
¿Cómo podemos mejorar la forma en la que nos informamos?
¿Cómo se pueden manipular los medios de comunicación?
Noticias falsas y desinformación, otra pandemia del coronavirus
¿Qué es el clickbait y cómo evitarlo al navegar por Internet?
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