¿Suscrito a newsletters? Probablemente a varias. Y es que el también conocido boletín informativo, es una de las herramientas del email marketing que las empresas y marcas utilizan para establecer relaciones y diálogos con sus clientes.
Sin embargo, pese a que su uso es casi obligatorio en estrategias multicanal, muchas veces su elaboración no sigue parámetros propios del medio y genera una respuesta contraria a la que se busca del público. Es decir, se cometen errores de contenido que pueden ofuscar o confundir a la audiencia y esto es algo que justamente se quiere evitar.
La creación de una newsletter y su redacción, en toda su estructura —que ya detallaremos más adelante—, es parte del núcleo de esta herramienta digital. Junto con el diseño, la elaboración del contenido debe seguir una planificación según las metas o los objetivos que defina la empresa, marca o ecommerce.
Por lo mismo, queremos dejarles los mayores errores que se cometen a la hora de redactar una newsletter, para evitar perder esfuerzos en este tipo de campañas, en las que generar una respuesta del público puede ser muy útil para el proceso de conversión.
Para ser más precisos, indicaremos los problemas que detectamos según los elementos de contenido que forman la newsletter: el asunto, el mensaje y los call to action o llamadas a la acción.
Errores de las newsletters: Un recorrido por su estructura
Asunto
- Soso y perezoso
El asunto es el primer punto de contacto con el usuario. Por ende, su importancia es altísima.
Esta parte de la estructura debe invitar al cliente a abrir el email, por lo que su contenido no puede ser básico o muy informativo. Por ejemplo, escribir “Newsletter del mes” o “Boletín de mayo” son usos muy genéricos y sin trasfondo comunicativo. Puedes bajar considerablemente la tasa de apertura redactando así tus asuntos.
Muchas newsletters reciclan los títulos del mensaje, o sea que el lector se encuentra con la misma frase dentro del correo electrónico. Error. Se debe diversificar la información y, además, el asunto debe ser llamativo, directo y muy creativo.
- No te pases
El asunto tiene su límite, pero muchos no lo saben —o no quieren saberlo—. Y es que otro gran error que se comete en esta parte es que extienden mucho el texto.
Hay que considerar que la línea de asunto (o subject) permite un límite de extensión, el que también está sujeto a un número de caracteres que se muestran según el proveedor de email que se utilice.
Muchos subjects tampoco consideran que los correos electrónicos se leen, cada vez más, desde dispositivos móviles. El texto del asunto debe considerar todos los formatos en los que la audiencia pueda leer esa introducción a tu email.
- Cuida tus palabras
Una de las grandes temáticas a considerar al implementar una estrategia de email marketing es la saturación. En esta rama del marketing digital, los profesionales luchan constantemente para que su esfuerzo de contenido no termine en el tan conocido spam.
Y es que muchas veces, quienes redactan las newsletters desconocen que hay palabras que al aplicarlas en el asunto pueden generar que el email no llegue directamente a la bandeja de entrada.
La tecnología de los proveedores de email, muchas veces, cataloga correos como spam si el asunto lee palabras —y sus variantes— como “gratis”, “descuento”, “promoción” e incluso algunas como “urgente”, “regalo” o “bono”.
Mensaje
- Decirlo todo
Quizás uno de los mayores problemas de contenido que se aprecian en las newsletters es que hay mucha información. Entendemos que este medio es periódico —normalmente semanal, quincenal o mensual— y se utiliza para informar a los clientes. Sin embargo, no por eso vamos a bombardearlos con todas las novedades que tenemos guardadas.
Cubrir muchos frentes o tópicos puede confundir al usuario. La clave de la newsletter es que la información sea clara y concisa, dirigida a los intereses del receptor. Por esto, se debe seleccionar previamente los temas a tratar en el boletín, o sea responder a la pregunta: ¿cuáles son los anuncios relevantes?
Luego, a la hora de plasmar la información en la estructura, se debe invitar al lector a conocer más la novedad, la promoción, el anuncio, etc. De esta manera, conseguimos unos de los objetivos principales del email marketing y que es que abandonen el correo electrónico para entrar a nuestra web.
- Salirse de pauta
A veces la newsletter puede resultar monótona. Lo sabemos. Y estamos de acuerdo en que el contenido debe ser dinámico y acorde a los intereses de la audiencia a la que se dirige. Por eso, incursionar de vez en cuando con contenido lúdico puede incluso ayudar a la lectura del boletín.
Sin embargo, a la hora de implementar estos recursos, muchos boletines sacan de contexto su contenido. ¿Cómo? Agregando gifs o memes que podrían no ser tan apropiados en cuanto a valor comunicativo.
Por otra parte, integrar este contenido puede afectar el look and feel del email, una característica que la audiencia considera importante al recibir una newsletter.
Call to action
- Es solo un llamado
Como su traducción en castellano dice, el call to action (o CTA) es un llamado a la acción. ¿Qué quiere decir esto? Que a través de texto, invitamos al lector a que salga del email y se dirija a donde nosotros queramos que vaya.
Estos clásicos botones utilizados en email marketing y tantos otros canales del marketing digital, pueden ser un arma de doble filo. El error más común que se aprecia en las newsletters es que no son claros a la hora de llamar al público a interactuar con él.
Algunas veces tienen mucho texto, son muy explicativos, entre otras variantes. Sin embargo, los CTAs deben ser precisos y muy explícitos. Es como si dieras una orden al usuario —de una manera suave y complaciente— para que haga clic.
El contenido es la clave
Tomando en cuenta la serie de errores en los que recaen algunas empresas y marcas en sus newsletters, podemos recoger que el contenido es un pilar fundamental a la hora de elaborar estrategias de email marketing.
Puede que parezca simple y fácil, pero seleccionar lo que queremos decir, de qué manera y cómo plasmarlo es una tarea que los marketeros cada vez más trabajan con detalle. Y es que el email es un medio directo por el cual llegamos a los clientes. Es una oportunidad que no podemos perder.
Siempre hay que tener en cuenta que menos es más. Los usuarios no quieren aburrirse, ni agotarse consumiendo información, mucho menos si no les interesa. Allí es importante hacer un sondeo previo de lo que la audiencia “quiere” recibir.
Junto con el contenido, otros temas esenciales son el diseño y la personalización. Si el texto fuera solo eso, nadie nos leería. Acompañar la lectura de aspectos visuales atractivos y on brand ayudan a que los lectores se sientan atraídos por la información.
Sobre la personalización, las nuevas tendencias apuntan a que conocer mejor al consumidor es vital para el éxito de tu negocio. Por eso, si tienes el conocimiento suficiente de tus prospectos y clientes, es una gran ventaja el personalizar el contenido que les envías. Ya sea con sus datos, sus preferencias, etc. Si ellos se sienten interpelados directamente, van a apreciar el esfuerzo.
La newsletter seguirá siendo una aliada en el email marketing. Por lo mismo, no caigas en los errores que mencionamos anteriormente. Perder ese medio y canal de comunicación puede ser crucial para el éxito de los objetivos de negocios que tengas planteado.
Biografía del autor
Javier Olivares es Content Manager Junior en Mailify. Periodista con experiencia en creación y gestión de contenidos, copywriting y redes sociales. Actualmente estudia una especialización en Marketing Digital.