La noticia que ha llenado horas de telediarios y miles de páginas de periódicos de medio mundo este mes ha sido la crisis de Volkswagen, y como una gran mentira puede hacer tambalear una marca histórica hasta ponerla contra las cuerdas, y hacer que hasta una marca país muy potente, como el Made in Germany, sufra las consecuencias de una desastrosa gestión de marca.
Pero…¿qué ha pasado con Volkswagen?
La noticia saltó el pasado lunes a los medios de comunicación internacionales, pero el rumor ya corría desde el año 2007 en pequeños círculos cercanos a la multinacional que comentaban que algo raro sucedía con las emisiones de nitratos de los coches de Volkswagen, pero la marca había conseguido continuar con su actividad de forma normal sin desmentir ni confirmar nada.
A partir de aquí el caso tuvo una repercusión nacional, europea e internacional, porque los coches de Volskwagen, Audi y Seat se comercializan en medio mundo y existen la friolera de 11 millones de vehículos implicados en este escándalo de enormes proporciones.
Recordemos que el sector automovilístico es uno de los pilares de la economía europea, y por ende de la economía alemana, y esta crisis reputacional tan grande puede hacer mucho daño a un sector estratégico de enorme relevancia para el viejo continente. En España tampoco somos ajenos a la crisis de Volkswagen ya que algunos coches de Seat también podrían tener manipulado el software de emisiones de gases.
En el aspecto del marketing, la compañía no ha sabido gestionar esta crisis de forma adecuada, porque lo único que han decidido ha sido despedir a su consejero delegado Martin Winterkorn, pero no han dado una solución para tratar de mitigar este fraude de enormes consecuencias.
El gobierno alemán ha exigido a la compañía que en un plazo máximo de diez días debe dar una solución a este desastre para el medioambiente y para la salud de cientos de miles de personas anónimas, que han tenido que respirar estos gases contaminantes en unas cantidades no recomendadas durante varios años sin ningún tipo de control de forma intencionada por parte de la compañía.
¿Qué consecuencias tendrá para la compañía?
Desgraciadamente, las consecuencias se cifrarán sólo en una enorme indemnización que la empresa deberá pagar a los afectados, un menoscabo a su valor de marca en el competido mercado automovilístico y a una caída en los beneficios de la multinacional, pero no supondrá un cambio en la forma que se desarrollan hasta ahora las acciones en los negocios, los valores han desaparecido en muchos casos en pos del beneficio para el accionariado; es más necesaria que nunca una responsabilidad social corporativa y medioambiental bien defendida, que evite estos comportamientos que afectan a miles de personas que no tienen culpa de nada y que lo sufren preocupadas porque muchas veces carecen de la información de cómo les puede afectar a su salud.
Más información
Escándalo Volkswagen: ¿engañaban también con sus anuncios de coches en TV?
Consecuencias para la reputación de marca
Enrique Dans habla sobre el caso
Respiración asistida para el marketing de VK
Será que es una buena oportunidad para Tesla de vender con mayor rapidéz sus vehículos eléctricos?
Saludos!
Buenas, sin ninguna duda es una enorme oportunidad para todas las empresas que fabrican y comercializan vehículos eléctricos, si saben aprovechar la mala imagen que ha provocado el dieselgate, tendrán una oportunidad fantástica para crecer. Un saludo y gracias por tu comentario.