Primark
ha conseguido en el poco tiempo que lleva en España destacar como una de los tiendas de ropa de las que todas las personas hablan, por sus bajos precios pero también por la baja calidad de las prendas que venden.
¿En qué radica el éxito de Primark?
Primark consiguió en Octubre de 2015 un extraordinario hype, cuando abrió su primer establecimiento en pleno centro de la Gran Vía de Madrid, momento en que la gente se volvió un poco loca tan sólo por entrar a ver todas las novedades que tenían y por conocer que tienen esta cadena de tiendas de ropa para haber arrasado en media Europa.
El modelo de negocio es sencillo y no excesivamente novedoso: venta de gran variedad de prendas de ropa y complementos a unos precios accesibles a todos los bolsillos, seleccionando lugares con alta rotación de público y vendiendo ropa de baja calidad a unos precios bajos durante todo el año.
Este modelo de negocio se parece bastante al que llevan perfeccionando Inditex o H&M a lo largo de los últimos años, pero además han apostado por un elemento que considero importante para reflexionar: unos precios bajos. El acceso a una camiseta por tres euros es una opción que ya tenían los consumidores en rebajas en los cadenas de ropa más populares: Springfield, Inditex, Decatlhon…, pero el poder comprarlo en cualquier momento es una de las variables que han determinado su poder diferenciador, combinado con otros elementos ha conseguido desentrañar el secreto de tocar el cielo.
El pasear por el centro de Madrid y observar a gran cantidad de personas paseando con bolsas de papel de Primark nos confirma el triunfo del modelo de negocio por el que ha apostado fuerte esta cadena de ropa, una cadena que hace apenas un año era bastante desconocida para la mayoría del público.
Se pueden destacar tres pilares en los que se basa el éxito incontestable del modelo Primark: cadena de suministro optimizada, nula inversión en marketing y costes operativos reducidos.
– Cadena de suministro optimizada: han apostado por productos sobre los que es más difícil que se pasen de moda, con pantalones y camisetas básicos, centrándose en materiales baratos y diseños sencillos, para que el coste de producción de la ropa no se encarezca y tenga una calidad adecuada. También por poner a la venta una determinada cantidad de prendas hasta que se agoten, sin tener que volver a producir más en caso de que se terminen pronto.
– Nula inversión en marketing: en un blog como éste, en el que hablo de marketing, destacar una empresa que hace exactamente lo contrario de lo que se recomienda, puede resultar sorprendente, pero esta afirmación no es exacta, claro que utilizan marketing para vender sus artículos, pero no la publicidad convencional, sino otros tipos de publicidad para promocionar sus artículos y tiendas, principalmente se decantan por el efecto boca-oreja, ya que gracias a sus precios bajos y su ubicación en centros comerciales, han conseguido llenar sus tiendas de clientes ávidos de novedades.
– Costes operativos reducidos: la ubicación en las afueras de las ciudades favorece la reducción de los costes, a excepción del caso de la tienda que tienen en la Gran Vía Madrileña, otro de los factores que destacan es el tamaño de las tiendas, en general tienen unos 3.000 metros cuadrados, pero en algunos casos pueden triplicar esta cifra. En muchos casos, la apertura de una tienda de Primark en un centro comercial supone un “efecto locomotora” para el resto de los establecimientos que se encuentran allí ubicados.
Pero Primark es mucho más que todo esto, bebe del concepto del usar y tirar que tan bien funciona actualmente, las modas y las nuevas tendencias en el sector textil envejecen la ropa de un año a otro, promoviendo que el público quiera y disfrute del proceso de compra más que poder disfrutar de ponerse las prendas que has comprado, el sector de la moda y otros muchos tratan de generar necesidades que en muchos casos son ficticias.
Sólo el paso de los meses nos confirmará si Primark se confirma como una de las cadenas de ropa favoritas del público español, siguiendo con el modelo de la “ropa low cost” o si igual que ha entrado con inusitada fuerza se desploma de la misma manera.